ENTRAMPADOS ENTRE LO ILÓGICO Y LO IRRACIONAL

Por Santos Salvador Cuevas

Especial para HECHOS!

La carrera presidencial es un proceso que parte de la civilización y que se da en las naciones democráticas, en donde se enfrentar ideas y ofertas ante los sufragantes, que son los portadores de la última palabra, hecho que se expresará en las urnas al ejercer su derecho al voto universal y secreto.

La civilización y la endeble democracia que disfrutamos hoy, nos han enseñado que, una vez concluido el proceso electoral, los vencedores asumen con humildad los resultados y con esa misma humildad tienden un ramo de olivo, símbolo de paz, al sus contrincantes vencidos, esto último fue lo que hizo el Licenciado Danilo Medina Sánchez, a las 10:00 de la mañana del lunes 21 de mayo, al reconocer en Hipólito Mejía un confrontante digno y le pidiera restablecer los vínculos de amistad que un día tuvieron. 

Ese gesto de Danilo Medina se aprende en la civilización, en donde se forjan los hombres decentes y honorables.

Pero, ese gesto de nobleza y humildad debieron mostrarlo los no favorecidos por el pueblo en la contienda del 20 de mayo, y digo más, la entereza y el buen sentido enseñan que la voluntad popular expresada, esperaba de los participantes en el proceso que se le respete y se le subordinen todos. Es tradición en las naciones civilizadas que el perdedor llame al vencedor y le felicite, se le brinde como colaborador y luego se aleje en paz a descansar para su retorno a la vida normal y sosegada.

Pero, lejos de proceder así, Hipólito se embalentonó y, aun sabiéndose perdido en buena lid, procedió a tomar el camino de los insultos, las diatribas, amenazas, el chantaje y a presentarse, tal si fuera la encarnación de Platón y los forjadores de la democracia en la antigua Grecia, como un gran "demócrata". 

No se retiró al descanso que manda el buen juicio, se quedó a detractar y perturbar la paz que tanto ha costado construir al ciudadano dominicano.

No se marchó al retiro evaluativo que manda un buen razonamiento, pero se quedó a proclamarse como líder de la oposición, teniendo como blanco de ataque la unidad interna de su propio partido, el PRD, haciendo traslado de los insultos contra Leonel y Danilo hacia Miguel, Fiquito y Víctor Gómez. 

Ni por decencia se ha atrevido a llamar al Presidente electo, Licenciado Danilo Medina, para felicitarle, al contrario, tal si viviéramos en una de esas junglas del África ardiente, envió a su vocero, Cesar Cedeño, a presionar y chantajear al Presidente Danilo Medina, para que reconozca a Hipólito Mejía como el "líder de la oposición".

En Danilo Medina encontraron, más que la respuesta lógica e institucional, el meta mensaje de que no se está ante un tarado, sin carácter, ni talento. Danilo le expresó que "no me entremeto en los asuntos internos de ninguna fuerza política", y le dijo que "es en el seno de la institucionalidad del PRD en donde debe dirimirse quien es el líder al que corresponde asumir la representación del partido blanco ante la sociedad", dijo de manera precisa.

Y ante el empeño, irrespetuoso por demás, de Cesar Cedeño, éste le dio el meta mensaje claro de que no cederá ante el chantaje y la arrogancia, al levantarse (Danilo Medina) de su asiento y dar por concluida la recepción.

Algunos consejos les hacen falta a los dirigentes del PPH, si me lo permiten, le doy algunos:

a) La paz ciudadana nos ha costado mucha sangre y sacrificio a los dominicanos, y debe ser tarea de todos preservarla.

b) La legitimidad de un gobernante, no la dan los vencidos, sino que, emana de la voluntad liberrima del pueblo vencedor expresada en las urnas.

c) Danilo Medina ya no es sólo el Presidente Constitucional de la República Dominicana, es, además,  por mandato de la Ley Suprema, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, y, en consecuencia, es el garante principal de la paz y la tranquilidad que hoy disfrutamos, por supuesto, a partir de la transición a efectuarse el 16 de agosto próximo, por lo tanto no provoquen.

d) La democracia tiene sus reglas de juego, los demócratas deben dirimir sus diferencias en los espacios institucionales que da la democracia, y que no son ni la presión, ni las amenazas ni el chantaje a la autoridad legalmente constituida.

e) El país espera comprensión y desea que la unidad impere en  cada fuerza política vigente, en este caso, que haya compresión y unidad en el PRD; pero sus problemas internos no deberían arrastrar a terceros que no tienen velas en esa cofradía.

g) El pueblo habló el 20 de mayo, es justo que ahora, por Dios, Hipólito, nos dejen tranquilos.

santoscuevasj@hotmail.com