Por: Santos Salvador Cuevas
Especial para HECHOS
Lo que ayer vieron los ojos de la nación frente a emisoras de radio y televisión, fue impactante y tenebroso. La denuncia conjunta hecha por los gobiernos de Haití y República Dominicana, dando cuenta de los planes de Pepe Goico y su grupo para derrocar al gobierno legalmente constituido en Haití de Michel Martelly. Las instrucciones y mandatos de éste coronel pepeachista al haitiano, fueron precisas: "¿Que esperan para derrocar ese gobernante corrupto?" "¡Denle leña. Mi jefe quiere que actúen ya!" "¡Ustedes se han vuelto nada, están flojos, aquí eso está que arde!" "¡¡Denle leña, fueron US$5 millones de dólares que le dieron a ese corrupto!!" "¡¡Pónganse la pila, mi jefe quiere que actúen ya!!"
Esas y otras muchas ordenes se la daba Pepe Goico a un aliado haitiano con la misión precisa de que se tire abajo el gobierno de Michel Martelly.
Se podría preguntar el ciudadano común y corriente, ¿Qué busca Pepe Goico con esto en Haití? ¿Es ganas sólo de crearle problemas al pueblo haitiano? ¿O se trata de un plan integral cuyo norte no es Haití, sino la República Dominicana?
Como pudieron ver quienes dieron seguimiento a las denuncias, estamos ante una canallada de marca mayor la del lugarteniente de Hipólito, una irresponsabilidad macabra y cobarde de esas a las que nos han acostumbrado ya las brigadas incontrolables que se mueven al más alto nivel del PPH.
El derrocamiento de cualquier gobierno legalmente constituido y en cualquier parte del mundo tiene serias implicaciones, pero es mayor la provocación toda vez que el norte no sea el gobierno derrocado en su territorio, sino el hecho también de trasladar hacia el país vecino el caos, la violencia y el terror que de allí se origine y propague.
De eso se trata, de aprovechar la fragilidad e inestabilidad reinante en Haití para agudizarla con el derrocamiento del gobierno y así usarla como trampolín para trasladar tal situación hacia el territorio y pueblo dominicano, precisamente el día 20 de mayo en la noche, cuando los resultados apabullantes de las Elecciones Generales digan al mundo que el ganador de dicho proceso ha sido el Licenciado Danilo Medina Sánchez. Esa será la ocasión precisa para desconocer la voluntad popular y ante una situación de caos de aquél lado de la frontera, propiciar la vía para teñir de sangre el suelo dominicano y de paso provocar la intervención de la armada norteamericana, que sirvan a crear una situación de negociaciones en donde se reedite la experiencia del Pacto por La Democracia de 1994, en donde a Joaquín Balaguer se le redujeron 2 años del mandato y que se llamó a elecciones sólo por que el extinto líder, José Francisco Peña Gómez, no quiso agenciar para él los otros dos años.
La campaña de descréditos y calumnias contra los árbitros del proceso electoral en marcha en República Dominicana, forma parte de este plan integral del PPH, cuyo fin es el desconocimiento de la voluntad popular del 20 de mayo. Lo que a diario dicen las encuestas del descalabro de esa candidatura blanca, es lo que le ha llevado a la desesperación de pretender "hacer lo que sea" para que el PLD no continúe dirigiendo los destinos nacionales. Pepe Goico, y con él un conjunto de generalatos corruptos en retiro, son capaces de sembrar el terror aunque la hoguera se trague la paz entera que con tanto esfuerzo hemos podido mantener en medio de un planeta en constante guerras y violencias.
Quien escuchó anoche las grabaciones presentadas por los gobernantes de ambas naciones, pudo darse cuenta de cuanta irresponsabilidad acumulada hay en ese personaje que acompaña desde hace rato al Sr. Hipólito Mejía y su anillo. Pepe hablaba sin ambages ni control, tal si fuera el dueño del universo, amo y señor de una isla a la que puede llevar al caos sin que existan mecanismos que le puedan detectar y ponerlo al descubierto.
La nación debe prepararse para acudir en masas a las urnas y, en un ambiente participativo, democrático y plural, decidir en manos de quién depositar el destino nacional.
A la paz debemos apostar todo, si se enciende la hoguera como pretende el PPH y el fuego ardiente se expande, den por seguro que no mirará colores, rangos, jerarquías, ni cuan grande se abran las bocas para atizar...en esas llamas cualquiera se puede achicharrar. La voluntad popular el 20 de mayo puede ser agredida, pero que den por seguro Pepe y su grupo, también existe un pueblo dispuesta a defender la voluntad popular con las garras y la decisión que saben exhibir los que aman la Patria!.
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